Utilizar el móvil para pagar es una práctica que ya está a la orden del día. Cada vez más personas deciden dejar sus tarjetas en casa para, en su lugar, acercar sus dispositivos a los datáfonos y pagar así sus compras o consumiciones. Lo que la gran mayoría desconoce es que este acto -que ya parece tan normal- no podría ser posible si no existiera la tecnología NFC.
Gracias a esta herramienta pueden realizarse pagos a través de un reloj o un smartphone, pero también se pueden transferir datos en segundos e, incluso, controlar el stock en tiempo real.
Esto último resulta imprescindible para el sector de la logística, ya que es uno de los elementos clave para que la cadena de suministro pueda funcionar de forma correcta, así como para que los millones de artículos y productos que son almacenados y transportados a diario puedan llegar a su destino sin percances. Incluyendo los productos que necesitan de un cuidado o mantenimiento específico, como los alimentos o los productos pharma.
La tecnología Near-field communnication (NFC), en español conocida como comunicación de campo cercano, es una tecnología creada para poder realizar comunicaciones de corto alcance de manera inalámbrica.
Aunque su uso fue aprobado en 2003 y empezó a aplicarse unos cinco años después, a simple vista, todavía puede parecer una novedad a ojos de muchos. Esto se debe a que no hace tanto tiempo que empezó a estar presente en la vida cotidiana de la mayoría de personas y empresas.
Concretamente, esta tecnología funciona en la banda de los 13,56 MHz, una banda que no requiere de una licencia para poder ser utilizada y que deriva de las etiquetas de Indentificación por Radio Frecuencia (RFID), un sistema de comunicación sin cables a través de señales de radio.
Así funcionan las tarjetas de débito o crédito, pero también los DNI electrónicos o los abonos de transporte, que con solo acercarlos a las máquinas de control hacen que se active o se bloquee el paso.
Hoy en día, resultaría muy extraño si se acudiera a un comercio, se quisiera pagar con el teléfono y no estuviera esa opción disponible, ya que es prácticamente imposible encontrarse con una situación así.
De igual forma, en el sector de la logística, encontrar una empresa del sector que no haya invertido todavía en la tecnología NFC es algo inusual. Esto se debe, principalmente, a que se trata de una herramienta que permite, entre otras cosas, controlar el stock en los almacenes.
Hoy en día, realizar un correcto inventariado y mantener controlada la mercancía resulta vital para que la cadena de suministro pueda desarrollarse de forma exitosa. Lo que convierte a la tecnología NFC en el perfecto aliado para las empresas logísticas.
Si bien es cierto que el uso de la tecnología NFC es prácticamente indispensable para el buen funcionamiento de los almacenes y del transporte de mercancías, lo es todavía más para la gestión de aquellos productos que necesitan de unas condiciones concretas para su salvaguarda.
Este sería el caso, por ejemplo, de los artículos del sector pharma o los alimentos que necesitan ser trasladados a una temperatura controlada. Pero, ¿por qué es importante esta tecnología para que esto sea posible?
El uso de las nuevas herramientas tecnológicas es cada vez más relevante para la logística, ya que permite adelantarse a una serie de acontecimientos, así como evitar errores que puedan poner en peligro las mercancías transportadas.
En el caso de los productos que necesitan ser trasladados a una temperatura concreta para que no se rompa la cadena de frío, hacer uso de las tecnologías es todavía más importante. Una mala gestión o un error humano puede suponer importantes pérdidas, tanto materiales como económicas.
Un claro ejemplo es el traslado de las vacunas, que tienen que estar sometidas a una temperatura concreta e, incluso, a una humedad específica. Antes de que aparecieran tecnologías de este tipo, este control se realizaba de manera manual, y si se cometían errores, dichas vacunas podían terminar siendo inválidas. Ahora, todo el proceso se hace siguiendo las normativas vigentes y los protocolos adecuados, lo que garantiza el buen hacer.
En particular, utilizar la tecnología NFC ayuda a llevar un control exhaustivo del stock, lo que permite una mayor organización de las mercancías, el almacenamiento, los traslados y las entregas, de manera que se consiga trabajar con responsabilidad, rapidez, sostenibilidad, y, en particular, con eficiencia.
Cuatro factores imprescindibles para que, en un momento marcado por las exigencias de los usuarios finales, el sector de la logística no se quede atrás en términos de digitalización y cumpla con las expectativas que se generan alrededor de la cadena de suministro.